EDAD CONTEMPORÁNEA: Las heroínas de los Sitios de Zaragoza.



AGUSTINA DE ARAGÓN
Agustina Zaragoza i Domenech, más conocida como Agustina de Aragón, nació en 1786 en Reus.
Su famosa acción consistió en que, al llegar con la comida para los que estaban luchando, descubrió que el artillero del cañón de la puerta del Portillo estaba herido, así que fue ella misma quien disparó sobre las tropas francesas. Estas creyeron que era una emboscada, así que optaron por huir.
Agustina fue felicitada por el general Palafox y consiguió los grados de sargento y subteniente.
Vivió después en otros lugares de España y murió en Ceuta a consecuencia de una bronconeumonía cuando tenía setenta y un años. Su cuerpo fue trasladado a Zaragoza en 1870 y enterrado en el Pilar. En el aniversario del centenario de los Sitios, en 1908, fue llevada a la Iglesia del Portillo, junto al lugar donde ocurrieron los hechos que la hicieron famosa. Allí sus restos reposan al lado de los de Manuela Sancho y Casta Álvarez.
                         JUDIT MILLÁN

MANUELA SANCHO
Manuela comenzó llevando alimentos y municiones a los combatientes, pero al empezar a faltar estos, tuvo que acabar como otras muchas mujeres, empuñando un arma. Luchó valientemente en el convento de San José y llegó a luchar cuerpo a cuerpo con los franceses por las calles de su barrio.
Fue gravemente herida en el vientre y la dieron por muerta, pero consiguió recuperarse y vivir muchos años. Hasta su muerte, cada domingo una banda militar iba a rondarle y a rendirle honores militares.
                             AYMARA PIQUERAS  

MARÍA AGUSTÍN
Como Manuela, llevaba la comida a los combatientes, en su caso a los que defendían la puerta del Carmen, en el lugar donde ahora hay un paseo que lleva su nombre. Allí fue herida en el cuello de un balazo. Esta herida tuvo graves secuelas para ella pues perdió el movimiento de un brazo siendo declarada inválida de guerra. El general Palafox le concedió una pensión por los servicios prestados de dos reales diarios. 
Después de la guerra se trasladó a Alagón con su marido. Allí murió en la pobreza y el olvido siendo todavía bastante joven.
                                CLAUDIA ADAMUZ

CASTA ÁLVAREZ
Se cuenta de ella que fue una mujer bruta, pero sincera y generosa. Se le recuerda yendo con una bayoneta montada en el palo de una escoba y riñendo a los vagos y a los miedosos. Era muy conocida en su barrio, San Pablo. Fue la primera en felicitar a Agustina aquel célebre 2 de julio de 1808, y ayudaba también a la madre Rafols en  el hospital. Se dice que cuando los franceses se retiraron la primera vez, ella se dio un atracón de comer , beber y cantar jotas a la Virgen. Cuando el general Palafox se rindió en el segundo sitio empezó a gritar como una loca: "¡Vencer o morir!", pero ya nadie la escuchaba. Su fama de valiente llegó incluso a lo9s franceses, que quisieron conocerla al entrar en la ciudad, pero ella no quiso dejarse ver.
                                                    MARTA VELA

LA CONDESA DE BURETA
Su nombre completo era. Doña Consolación Domitila de Azlor y Villavicencio. 
Se declaró antifrancesa desde el primer momento y llegó a colgar a Napoleón en efigie.
Puso su palacio a disposición de los soldados españoles, siendo usado como refugio y almacén.
Palafox contó con ella para organizar la defensa del Coso, hizo huir a algunos soldados franceses y puso orden en el mercado. Se destacó también por ayudar a los heridos. Murió no mucho después, siendo enterrada con todos los honores en la iglesia de San Felipe, la ciudad se vistió de luto y su nombre figura entre los de las grandes heroínas de los Sitios de Zaragoza.
                                              LUCÍA TUDELA

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