El curso opcional de idioma rumano empezó en el colegio el curso pasado. Algunas fotos nos recuerdan actividades como el 1 de diciembre, fiesta nacional de Rumanía, la navidad, el 15 de enero, aniversario del más grande poeta rumano Mihai Eminescu, el 1 de Marzo, celebración de la fiesta primaveral de el Martisol, la Pascua pintando huevos con la famosa técnica rumana "inchistrare" y chocando huevos entre nosotros (huevos de verdad pintados con la técnica original que utilizo desde hace veinte años).
Al final de curso los alumnos reciben un documento firmado y sellado por el ministerio de enseñanza de Rumanía, que certifica el vínculo que los alumnos participantes mantienen con el país de origen y se va a incluir en su CV, pudiendo facilitar sus estudios.
Por mi experiencia de una vida dedicada a la enseñanza puedo decir que estos alumnos van a constituir la élite de la comunidad rumana en el extranjero, por el esfuerzo que hacen en aprender una segunda cultura, la rumana, la propia de sus padres. Los padres rumanos tienen que tener en cuenta que pueden facilitar la vida de sus hijos, porque son ellos los que nos van a reemplazar cuando nosotros nos jubilemos: Profesores de rumano en España (ahora somos unos sesenta), personal de embajada, de los consulados rumanos, del Instituto Cultural Rumano con sede en Madrid, trabajadores de empresas rumanas y españolas, que quieren hacer negocios en Rumanía... Todo ello también porque Rumanía es un país que necesita muchos cambios y mucho trabajo.
La crisis nos ha dado una lección a todos: La mejor inversión en la vida es invertir en la educación de nuestros hijos.
LIGIA GIURGIU, profesora de rumano del colegio
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