ÁREA DE LENGUAJE: TRABAJANDO LA ANÉCDOTA I


Los alumnos de 6º han trabajado la narración a través de las anécdotas. Según el DRAE, la anécdota es un relato breve de un hecho curioso, que se hace como entrenimiento o ejemplo.
Presentamos como ejemplo un hecho divertido que sucedió en este colegio hace casi cincuenta años y que os vamos a narrar a continuación:

Allá por los años sesenta del pasado siglo XX, nuestro colegio era muy diferente de como es ahora. De los actuales edificios que lo componen en la actualidad solo existía el que da a la avenida San José (en el que estaban las clases) y una casa de tres plantas donde vivían las monjas (por donde ahora están construídas las clases de la ESO). Antes de ser colegio había sido una casa de campo y las salesianas aún conservaban el huerto y algunos animales.
Una mañana de finales de curso las alumnas (en aquella época chicos y chicas se educaban por separado) dormitaban sobre sus libros preparando perezosamente los últimos exámenes cuando de repente, escucharon unos gritos en el patio. Sin hacer caso a Sor Concha corrieron a asomarse a la terraza para averiguar qué era lo que estaba ocurriendo, y lo que vieron les hizo estallar en carcajadas: Se había escapado el cerdo de su cochiquera y corría despavorido detrás de unas niñas pequeñas y delante del perro "Gris", que era un perro lobo que hacía las veces del guardián del colegio.
Las alumnas más valientes bajaron al patio y se pusieron a "torear" al cerdo y las demás contemplaban la escena desde la terraza sin parar de reír.

Ilustración realizada por Sofía


"Esto parece un encierro de San Fermín", dijo Sor Nati. La cocinera salió tras el cerdo y le obligó a volver a su lugar atizándole con un periódico.
La alumnas tuvieron que regresar a sus pupitres y el pobre cochino debió de terminar su día convertido en chorizos.
Pasó el tiempo y las salesianas dejaron de tener animales y árboles frutales a su alrededor y, como el resto de los habitantes del barrio se incorporaron a las costumbres de la vida moderna: pero... ¿os imagináis qué divertido sería poderos escapar de vez en cuando al recreo a correr delante de un cerdo?

Después de leer esta anécdota como ejemplo, los alumnos escribieron las suyas y, después de leerlas todas, votaron las que más les habían gustado. Esta fue una de las seleccionadas:

Era un día de verano del año 2011, en el mes de agosto. Yo, María, estaba en mi pueblo y cuando iba a la piscina vi a gente haciendo cemento, pero no sabía para qué, porque tenía nueve años.
Cuando terminé de cenar me fui a casa de mi vecino para que me dejara su "bici", que no tenía frenos porque era antigua. Me fui a dar la vuelta al pueblo, me quedaba la cuesta abajo. Yo sabía que habían hecho algo con el cemento, pero como he dicho antes, no sabía el qué y me atreví a bajar.

 Ilustración de la autora de la anécdota.
 
Bajé corriendo y vi al final una pared que no había visto nunca.¡Era lo que habían hecho con el cemento! Intenté frenar, pero... ¡la bicicleta no tenía frenos! y aunque me di la vuelta choqué con la pared recién hecha. Yo estaba pegajosa y pringosa.
Subí la rampa con la ropa llena de cemento y la bicicleta un poco rota. Se la devolví a mi vecino, pero primero me limpié.
                              MARÍA








No recuerdo muy bien que edad tenía, pero mis padres me contaron esta anéctota:

Un día estaba yo en mi casa, en el salón. También estaba mi hermano, bueno, el caso es que aquel día mi hermano estaba viendo la tele y a su vez comiendo macarrones. Entonces yo los miraba deseosa, e intentaba cogerlos, pero no lo conseguía porque mi hermano no me dejaba. Lo siguiente que pasó es que cogí el mando de la tele, cambié el canal y lo escondí, ahí fue cuando mi hermano cogió una enorme rabieta así que yo aproveché mientras él buscaba el mando para coger los macarrones. Metí la mano en el plato y cogí un buen puñado. La verdad es que me puse perdida de tomate, je,je. Mi hermano cogió una rabieta aún más grande, pero se le pasó.
La parte buena es que yo salí ganando porque puede coger macarrones.

¡Y esta ha sido mi divertida anécdota!

                      Marta Vela





El falso desmayo

Un día, cuando tenía dos años mis padres me han contado que estaba en el bar de mi tío, el bar
 era muy antiguo, sucio, la gente que trabajaba ahí maja… Bueno, lo que pasó es que estaba con mis padres en el bar, ellos sentados 
 y yo de pie,  y era muy tarde, las 22:00 más o menos.
De  repente me caí al suelo y mis padres creían que me había desmayado. Me llevaron corriendo al hospital y cuando nos 
atendieron, estábamos en la consulta y de repente me desperté.
Solo fue que me había quedado dormido.
Fue un susto de muerte para mis padres, pero fue muy gracioso.

                           David González

1 comentario:

Anónimo dijo...

Izarbe Miana (Antigua Alumna):
Las historias muy chulas, yo cuando estaba en Secundaria gane un premio con la historia titulado mi escuela en colores,que la invente yo misma.