El
28 de marzo de 2015 se cumplirán
500 años del nacimiento de una gran mujer que trajo un aire nuevo a la
Iglesia de su momento y que nos dejó la riqueza de su espiritualidad,
ella fue Teresa de Jesús.
Teresa supo que, dando su vida por todos, Jesús le
había marcado un rumbo y le pedía que siguiera sus huellas y que,
andando junto a Él, también ella podría contribuir a cambiar la
historia, a transformar la ciudad terrena en ciudad de Dios, a dibujar
sobre este mundo el Reino. Y se puso en camino.
Fundó pequeñas comunidades de mujeres empeñadas en
demostrar al mundo que el amor puede cambiar el rumbo de la historia. En
ellas, sus hijas vivían (y viven aún ahora) amándose unas a las otras,
capaces de renunciar a todo en favor de los otros, sin imponerse, sin
vencer la tentación de la avaricia y la preocupación exagerada por
nosotros mismos que acaba por hacernos desentendernos de los otros,
sabiendo que cada hombre y cada mujer son un compañero de camino cuya
vida es una palabra que he de respetar y escuchar.
Celebrar el Vº Centenario de Santa Teresa es, sobre todo, lanzarnos a descubrir que entre las cenizas de este mundo aún caldean las brasas de otro mundo posible, mucho más justo y mucho más humano. Recordarla tiene el poder de hacerte consciente de cuánto puedes hacer para que cambien las cosas, si te decides a cambiar tú mismo, a optar por una vida más simple y más comprometida, más de acuerdo con el Evangelio de Jesús, el Evangelio del amor.
Celebrar el Vº Centenario de Santa Teresa es, sobre todo, lanzarnos a descubrir que entre las cenizas de este mundo aún caldean las brasas de otro mundo posible, mucho más justo y mucho más humano. Recordarla tiene el poder de hacerte consciente de cuánto puedes hacer para que cambien las cosas, si te decides a cambiar tú mismo, a optar por una vida más simple y más comprometida, más de acuerdo con el Evangelio de Jesús, el Evangelio del amor.
V CENTENARIO STJ - FANO Y MAITE LOPEZ
EQUIPO DE PASTORAL
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