No estaría mal que nosotros, decidiéramos prescindir de vez en cuando de todos los ruidos y la algarabía que nos rodea, de los aparatos que absorben nuestra atención y nos distraen continuamente, y sin embargo, aprendiéramos a disfrutar del silencio.
El silencio nos ayuda a relajarnos cuando estamos nerviosos, a conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás, a reflexionar cuando hemos de tomar decisiones, a descubrir las maravillas de nuestro entorno, a estar más atentos a todo lo que sucede a nuestro lado...
Las vacaciones tocan a su fin y enseguida nos veremos metidos de lleno en un nuevo curso. Viviremos nuevas experiencias y aprenderemos muchas cosas, pero todo lo aprovecharemos mejor y nos ayudará a crecer, si somos capaces de pararnos de vez en cuando a hacer silencio.
Nos vemos enseguida ¡HASTA PRONTO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario