El museo Don Bosco queda completado



Bartolomé Garelli no tenía familia. no sabía leer, ni escribir, ni tan siquiera cantar. Para el sacristán de aquella iglesia solo era un golfillo más del que desconfiar y al que expulsar a escobazos, no fuese a llevarse algo de valor. Juan Bosco supo ver más allá de todo eso. "¿Sabes silbar?" le preguntó. Aquella pregunta fue el comienzo de una amistad con Bartolomé y con miles de jóvenes que vendrían después de él, hasta hoy.
Eso es lo que este viernes nos muestra el pequeño museo de Infantil. Ha sido una iniciativa muy bonita, que nos ha hecho aprender muchas cosas de la vida de Don Bosco.

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