Pese a todas sus carencias materiales, en una cosa sí se parecen los niños de Malawi a nosotros: siempre hay alguien que les cuida, que se preocupa por ellos y los quiere.
Nosotros tenemos la suerte, como ellos, de tener una familia a la que pertenecemos y por parte de la cual nos sentimos queridos y protegidos.
¡Es una de las experiencias más importantes que vivimos muchas personas!
Hoy, día 1 de Noviembre, precisamente, recordamos a aquellos de nuestra familia que ya no están con nosotros, pero que han dejado una huella profunda en nuestra vida y que nunca desaparecerán de nuestra memoria.
¡Hoy y siempre, disfrutemos y valoremos todo lo que nuestra familia significa para nosotros!
Hasta el mes próximo.
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